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Paul McCartney, de Liverpool a Córdoba


Al ritmo de "Hard day's night" y sin previo aviso, el Mario Alberto Kempes comenzó a vibrar.

Paul no tardó en ganarse al público cuando después de saludar a Córdoba, dijo "Hola Culiados!". Un momento que quedará inevitablemente en la mente de los ciudadanos de esta provincia, y mas aún en los fans del ex beatle.

Dejando de lado el rock por un momento, el histórico músico entonó las estrofas de "Temporary Secretary", una canción muy poco conocida, que tiene algo que ver con la electrónica.

Con su ayuda memoria, hacia divertir a sus fanáticos con su pseudo-español y contaba algún detalle sobre sus canciones.

Sir Paul le dedicó varios a temas a sus ex compañeros y a las mujeres de su vida.

Uno de los momentos más brillantes de la noche fue cuando "Live and let die" comenzó a sonar, acompañado de fuegos artificiales tras el escenario y llamas encima de él, que aparecían con los clastos su piano y al ritmo de su voz.

El momento de mayor emoción se vivió cuando las estrofas de "Let it be" y "Hey Jude" salieron de la boca de ese gran músico y el público al mismo tiempo, como si nunca más en su vida pudieran volver a verlo.

Se apagaron las luces, dejaron sus instrumentos, se fueron todos del escenario y en plena oscuridad, la gente comenzó a cantar, sin el pedido de nadie, "Hey Jude" para que McCartney cante "una más".

Dandole con el gusto a sus seguidores, toda la banda completa volvió a escena y para despedirse, lo hicieron con nada menos que "Yesterday" (uno de los más icónicos temas de The Beatkes) y al final, le dedicó "Happy Birthday" a los presentes que cumplieran años en el momento del show.

Con una gran cortina de humo y con las gracias de Paul, todo terminó.

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